Sin título...
Hoy quiero contarte muchas cosas...pero para qué voy a poner en palabras hechos, sensaciones, dolores, miedos, pequeñas alegrías, días azules y días grises...si tú ya lo sabes todo y desde allí donde estás, yo sé que con tu lámpara clara lo iluminas todo y me envías tu luz y me cubres con tus pequeñas alas blancas...
Hace tanto tiempo que las palabras me abandonaron, que no puedo desentrañar este nudo atroz que cierra mi garganta, desentrañar sí, porque no puedo leer mi pensamiento y mucho menos transformar en palabras lo que siento...
Los vendavales de esta casi vida otra vez arrasaron mis yermos paisajes y sólo queda el corazón en llaga viva, palpitante de dolor, transido de soledad, de noche, de nada...
El mundo se ha trastocado muchas veces y en su torbellino me ha arrastrado tantas veces que ya no recuerdo las veces que caí...pero también algunas veces me sentí en paz y en otro plano y es que ya estoy transitando por un camino que creo está más allá del bien y del mal...
Sabes, comienzo a transitar la sexta decena y espero me traiga el sosiego de la madurez, la sabiduría de los abuelos ya que lo soy por triplicado -por ahora- y tengo la responsabilidad de representarte en algunas situaciones en las que te siento tan cerca que yo diría que somos uno porque estás exactamente en el lugar preciso, en la palabra justa, (como siempre) y tu dulce sonrisa me ilumina como siempre que te necesito...
Mira, yo pensaba que no iba a poder con esta soledad, pero ya ves aquí sigo lo mejor que puedo reinventándome cada día, poniéndome mi mejor máscara para que ni mi dolor perturbe el mundo ni tu recuerdo se contamine...te quiero pura, brillante, angelical, dolorosamente viva, fuerte frente a la vida...porque esa es la imagen que tengo que transmitirle a esta familia que ha crecido, a esta nueva generación que comienza a florecer a pesar de tu ausencia física pero con tu presencia constante!
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